jueves, 9 de diciembre de 2010

Post-its y clips

¿Sueñas despierta? ¿Te espabila de pronto la esquina de tu calle mientras el autobús pasa tan deprisa que te das cuenta de lo que vas a tener que volver andando porque no estabas allí? No estabas allí.

Por eso utilizo post-its. Esos pequeños rectángulos amarillos, no tan amarillos si son marca blanca. En ellos pongo dónde estoy. En ellos pongo a dónde voy. También utilizo clips. Son pequeños. Son los que juntan los dónde, cómo, cuándos y qués. Son los que evitan la incómoda situación de llegar a la tienda y pensar delante de la infinidad de pasillos: “que alguien me explique cómo he llegado aquí”.
Los utilizo para evitar en lo máximo proyectar al futuro. Una manía recurrente que me invade de nerviosismo, de desasosiego. Una incomodidad que cuanto más masticada más grumos y mal sabor de boca deja.

Tengo una bolsa pequeña guardada debajo de la cama. Es lo único que debo llevarme en caso de emergencia. Algo que recomiendo hacer a todos en estos tiempos. En ella metí 478 paquetes de post-it. Después caí en lo necesario del boli/lápiz y sustituí un número de paquetes por bolígrafos y lápices. No temo lo que pueda venir. No hay miedo. Tengo planes, están en mis post-its.

Los momentos terribles que he pasado sin ellos. Los años de incertidumbre, de decisiones tomadas al viento de la espontaneidad. El día que salí a la calle y el terror de cada paso, incierto; cada esquina, hostil; cada movimiento sin instinto, consciente. Consciente de mi desvarío en medio de un tumulto ordenado para unos, indescifrable sin...






People put pictures of places in frames

I remember someone's face but then I forget their names

I have a book for writing down who I meet and where I'm going to

but my home is nowhere without you.



Herman Düne. My home is nowhere without you.

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