sábado, 11 de diciembre de 2010

nieve y más

¿Te echaré de menos cuando me despierte pronto? ¿Ya no sabré perderme en el tiempo? ¿Tendré días llenos de propósitos y actividad? ¿Qué será de la nada? ¿Qué será de la despreocupación? ¿A dónde habrán ido? ¿A dónde vas cuando no estás conmigo? ¿Te echaré de menos cuando te hayas ido?

Nevó como nunca. Cinco días de nieve. Sin tregua inundaba la ciudad de su marea blanca, descansando intermitentemente, permitiéndonos observar su obra, estupefactos, con una sonrisa inocente, anhelante. La última noche cayó con la intensidad de las embestidas pre-orgásmicas. Mirando desde el salón lo único que albergaba mi pensamiento era el que no parara nunca. Que no cesara hasta que el último coche hubiera sido enterrado, la última puerta sobrepasada, los últimos instantes conocidos olvidados.
Paró. Dejó al hielo hacer lo que debe. Nos sorprendió una mañana con un último manto. De eso hace ya unos días. Ahora quedan restos. Ahora quedan capas de hielo. Ahora quedan los frágiles recuerdos y esperanzas.
Recuerdo la débil esperanza de la nieve cubriéndolo todo. Un blanco nuevo, un blanco de borrón y cuenta nueva. Un blanco que permita olvidar todo. Las aceras, carreteras, horarios, colegios, trabajos...
Al final se quedó en un corto paréntesis donde las aceras estaban ocultas, las carreteras se dejaban carriles, los horarios eran flexibles, los colegios hacían lo que podían y los trabajos, los trabajos. De todo.

Ahora no nieva. Quizás nieve. Ahora voy al trabajo. De todo.

Quiero que nieve hasta el fin de los días, que cubra todo con su manto y desaparezca cuanto conocemos. Quiero que nieve tanto que no reconozcamos nuestra propia casa, nuestra calle, nuestra ciudad, nuestro hogar, quiero que comience de nuevo... en blanco.”

Sucia. Así está. Así quedó. Violada, vejada y despojada de cualquier dignidad. No vale nada. Con asco y desprecio se la mira. Es arrastrada de la acera a la calzada, de la calzada a las esquinas, de los coches al suelo. Es zarandeada, esquivada, odiada por todos. Ya no es ni la sombra de lo que fue, no es capaz de recordarle a nadie lo que con un sólo copo cayendo conseguía. Solamente le queda esperar a que los pasos la rompan, la despedacen poco a poco. Que se olviden de ella. Volverá, volverá a caer con gracia, con levedad. Volverá a traer las sonrisas más inocentes.



1 comentario:

  1. loco esta wpo!!!!!! desde luego el que mas me gusto fue LOS REGRESOS me musta como lo cuentas y el sentimiento que hay en las palabras que consigue llegar como un rayo que penetra y causa sensacion al instante. Cuidate y recuerda Llegué, como tantas otras veces.Llegué, como tantas otras veces, sin haber partido jamás.

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